
Vuelven las letras de Domingo
Después de un largo período de silencio, ese silencio que llega lleno de miedos, lágrimas y vacío, reaparece la voz desde lo más interior de mi y se dispone a romper con el dolor, pero no lo hará con felicidad, si no con más dolor, un dolor lleno de sentido, que salta a mí en medio de la desesperación personal, para mostrarme otra dimensión, otras formas de habitar el dolor y la deshumanización de esta sociedad que no perdona al amor y la creatividad, que no deja pasar la alegría sin pasarle factura.
Las letras de este domingo vienen desde la mujer que aún habita el desánimo y la desolación de la traición de un amor cobarde, de una mujer profesional que éste sistema quiere callar convirtiéndola en esclava pretendiendo borrar su sabiduría y recorrido… de una mujer guerrera del caribe, sin duda alguna, y a pesar de mi tez blanca y mis ojos claros.
Llevo poco menos de un mes intentando sobrevivir en un espacio que sin duda resume las miserias humanas desde la normalización del olvido y la cosificación humana.
En este espacio, al que sin duda alguna no pertenezco, me tropiezo cada día con historias cargadas de dolor, de un dolor que nadie quiere recordar… el dolor de una sociedad que no sabe qué hacer con ella misma y que ha decidido anular a toda costa el envejecimiento y la larga vida que deja de producir.
Hoy les voy a contar de un abuelo que espera, sólo espera a una persona que nunca va a llegar y que ha decidido olvidar que sólo la muerte le vendrá a buscar.
Les voy a contar la historia de otra mujer que dejó de sonreír, primero una mitad de su cuerpo, luego la otra porque nadie la ha vuelto a abrazar o besar.
La historia de un abuelo que aprendió a callar y dejarse llevar para no perder el único refugio que aún logra disfrutar, su tabaco antes de irse a acostar.
Son historias tristes, lo sé… son historias que no quiero dejar de contar a las que agradezco por este nuevo impulso, para no olvidar que también soy una poeta.
#1
Rasgar la vida
para ver si sangrando
llega el deseo de vivir
ese que se esfumó
como si la vida
fuese la herida que traigo marcada en mi piel
la lejanía que duele
duele
duele
Desgarrando ganas
hUrgando vacíos
Esperando la muerte
Luchando sin fuerzas
Esperando que vuelvas
#2
Me pinto los labios
nadie me ve
púrpura
carmín
Soy invisible
me muevo lento
y en retroceso
un pie
otro,
no!!, otro no
sólo un lado de mi vida
Vida diluida
un número de habitación
3 turnos de atención.
El adiós se extravió
entre tantos olvidos.
A veces una mirada
podría ser
pero se acaba el turno
me pinto los labios
hoy rojo ladrillo
el cigarro con vistas a la libertad
que no tengo
soy olvido
y no sé quien soy.
#3
A veces me pregunto:
¿quién arrastra más tristezas?
los que esperan y esperan
o aquellos que no nunca llegan.
#4
Espera
cada día
derritiendo horas
o quizás
orinando en ellas
no hay dibujos
para calmar el miedo
quiere salir
pero no viene el correcto
pasa el día
la noche
y viene otro día
otra noche
una gota rancia
como recuerdos sin olor
¿cuándo viene el que yo espero?
ser olvido
y espera
siempre espera
amoniaco y olvido
no viene
no vino
no vendrá.
#5
“usted es la misma… así que seguiremos esperando, esperaremos…”
Esperar
la visita que no llega
la muerte que no se apura
las ganas que se escaparon
un beso,
un abrazo
aunque sea de un extraño
El tiempo
maldito y lento en este encierro
implacable ladrón de vidas
aunque siempre los recuerdos
desnudos
indefensos
pueden salvar por segundos
a ese al que nadie viene a visitar
Alma
Maldita
Arrebatadora
Violenta
Indiferente que
Roba todos los sueños
Discurso vacío
ni hogar
ni nada que encontrar
más allá de un sistema
depredador en nombre del amor
Termino mis letras de domingo con esta sensación de no ser de este mundo… no me adapto, no puedo ni quiero, si es esto lo que esperan que calle y que espere para mi vejez.
Nadie debería envejecer sólo, ninguna persona debería perder el contacto con sus seres de siempre mientras envejece… nadie.
Poeta Saraí
26 octubre 2025
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