Letras de Domingo 1

Hace tiempo que no paso por aquí, esto de vivir y sobrevivir al destierro me roba tiempo, pero no sueños, y en ese tiempo robado, se hace difícil escribir.

Pero aquí estoy, hoy, inauguro esta nueva sección de los escritos de domingo desterrado. 

Llevo días en los que me arropa la nostalgia familiar, el tiempo de comer con los abuelos y de ver pelis sin nada más que hacer. 

También, llevo días preguntándome por la vida de mis ancestros, quienes eran mis abuelas y bisabuelas, cómo eran, qué les gustaba hacer, a qué sonaban sus risas y cómo serían sus lágrimas después del dolor. 

Últimamente, me doy cuenta, sobre todo en los domingos, que extraño el lugar que ahora me toca ocupar a mi, el de la sopa de domingo o el pasticho, el de la visita de mis hijas y la lectura junto a la ventana o en el balcón si hace bueno. 

Recorro un poco el viaje de estos 51 años y me doy cuenta que de pronto aparecen pequeños recuerdos en estas tierras y la necesidad de descubrir un poco más de esa fuerza de la familia que me trajo hasta aquí. 

Camino descalza por la casa que habito y que aun sigo descubriendo como quien juega con su casita de muñecas hecha con los libros grandes que leía mi papá y que ahora me tocará heredar a mi. 

Me acabo de percatar que fue hace un año la última vez que publique en este espacio que fue creado para compartir mis ideas y mis letras, cómo si de esta manera fuese más fácil volver a encontrarme con mis amigos regados en el mundo, con mi padre que envejece lejos de sus nietos y mi madre que sueña como yo, con ese día en que pueda venir a visitarme. Todos sabemos que no es posible que yo vuelva a mi tierra, como tampoco que ellos se vengan a vivir aquí. 

Y así, sin más, este domingo se llena de recuerdos viejos y nuevos, de nuevas mujeres que me llenan la vida de momentos con sentido y simbolizan, sin saberlo, a cada una de esas mujeres que deje en mi tierra. 

Una madre dulce y pequeña como la lela, mi abuela, un mujer de cabello plata y sonrisa roja como mi madrastra que sabe cuidar muy bien a su tribu, un abuelo que camina despacio con las manos atrás como mi lelo que descansa más cerca de mi que cualquiera de los demás, aquel paciente que me trajo la mirada de mi padre como curiosidad contestataria y revolucionaria, la vecina paciente de al lado que me cuida con cuidado, así como mi madre que tambien vivia casi casi justo al lado, y así se van creando estos nuevos amores, nuevos quereres de un destierro que aunque sigue doliendo comienza a cobrar sentido en mi vida. 

Un domingo más y aún faltan muchos todavía.

Saraí con acento en la í 

Domingo 30 de marzo de 2025 




Una respuesta a “Letras de Domingo 1”

  1. Precioso Saraí! Me encanta!

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